martes, 29 de diciembre de 2009

Recordando a Judith Reyes. Canto por las Revoluciones


Alberto Hijar

No es que por sí solo, el nombre Judith Reyes convoque trabajadores de la cultura popular variados, hasta el punto de abarrotar el Foro Coyoacanense el 19 de marzo. Más bien es el resultado del trabajo colectivo de Kloacas Komunicantes, la organización de nombre grotesco a la altura de su principal promotor, Francisco Barrios El Mastuerzo, formado en Los Nakos de 1968 y luego en Botellita de jerez. Desde hace unos ocho años, ha sido el organizador del proyecto La Otra Canción Popular que ha dado como fruto dos discos, uno con canciones cantadas en plantones, huelgas, tomas de tierra y actos contestatarios diversos y otro, con testimonios de quienes permanecemos involucrados con la urgencia de comunicación libertaria.


Liliana García Sánchez violinista, laudera y antropóloga sin empleo remunerado, trabaja en el proyecto matriz y luego de una laboriosa investigación, ha publicado cien ejemplares de Judith Reyes, una mujer de canto revolucionario con el apoyo de Editorial RedeZ “Tejiendo la Utopía ”. El libro es resultado de la solidaridad evidente en las viñetas de León Chávez Teixeiro y el diseño del responsable de Cineamano, Arturo López, del Colectivo Titiritero El Ojo, compañeros todos que asombran con la alta calidad estética de sus espectáculos, lo mismo la extravagante presentación de los dos discos de La Otra Canción Popular con un cartón impreso en serigrafía donde están insertados con todos los nombres de los participantes y la imagen del Tiranetas, un rockero con cabeza de pantalla de televisión.


El libro sobre Judith es bello de verse por su amorosa edición con tipografías y viñetas variadas y fotos que no sólo ilustran, sino informan de las andanzas de la cantora con personajes revolucionarios como Arturo Gámiz, Pablo Gómez, Álvaro Ruiz. El periódico Acción . Voz revolucionaria del pueblo , informaba de todo esto con la dirección de Judith Reyes. En la lista de colaboradores figuran, al lado de Arturo Gámiz, Carlos Montemayor Díaz y su hijo entonces preparatoriano Carlos Montemayor Aceves.


El libro da cuenta de la niñez en condiciones de pobreza campesina de la niña güera de rancho, confundida con niño por sus travesuras. El apócope Judas se refiere a esto y se lo ganó a pulso. El contacto con un pariente ferrocarrilero la interesó cuando ya cantaba para contribuir a la precaria economía familiar. El obligado viaje al Distrito Federal significó su primer infortunado matrimonio y su crecimiento artístico mercantil como La Tamaulipeca hecha famosa por su composición La Parranda Larga popularizada por Jorge Negrete.


Pronto se avecindó en chihuahua, escribió en El Monitor , fundó Acción y ya no cesó en vincularse con movimientos revolucionarios. Cárceles y golpizas policíacas no la intimidaron y se salvó de penas mayores al viajar a Europa para ser generosamente acogida por los comunistas italianos y españoles. Oscar Menéndez, narró en la presentación en el tiempo cedido por Alberto Híjar para que interviniera fuera de programa, cómo la albergaron él y Rodolfo Alcaraz en su departamento de París y cómo hicieron contacto con la radio francesa para producir la película sobre el 68 que en su edición final, cuenta con dos corridos de Judith. Chants du monde que difundía a artistas tan importantes como Atahualpa Yupanqui, Edith Piaff o Mikis Theodorakis, le grabó un disco de corridos con el subtítulo de la lucha revolucionaria en México, imágenes de José Clemente Orozco en la portada y traducción al francés.


Acentué en mi presentación la capacidad irónica y sarcástica de Judith concretada en verificaciones en cuarteta y con la música simple de los corridos, para arraigar en el gusto de pueblos en lucha. Contribuyó Judith a formarlos, gracias a su involucramiento total con todos los peligros aminorados y resueltos por activistas, militantes y comunicadores del rango de Mario Menéndez Rodríguez y las revistas POR QUE? y POR ESTO! que fueron tribunas eventuales de Judith. Iudith como dice Montemayor que dicen los de Chihuahua.


No sólo fue sorpresiva la intervención de Oscar Menéndez en la presentación, sino la de Salvador Gaitán, sobreviviente del asalto de Madera, hermano de uno de los caídos y tío de Oscar González Escobell que continuó la lucha. Ya en la cantada, el obrero sin empleo, sobreviviente de la represión de Estado como trabajador del sindicato de Trailmobil en los ochenta, Casio, dijo dos poemas de Bertolt Brecht, luego de las tres canciones de El Mastuerzo terminadas con la bella interpretación de la canción de Chávez Teixeiro sobre la enorme lámina de 15 metros , 6 pulgadas , 8 octavos 16, 1 milímetro espesor, que corta cuatro dedos a su operador distraído por pensar en María Luisa.


León Chávez Teixeiro, apunto de regresar a Inglaterra donde vive, culminó el acto donde le pidieron una tras otra sus canciones sorprendentemente memorizadas por viejos y jóvenes urgidos de reflexionar sobre las vidas cotidianas de los trabajadores, las mujeres explotadas, la pobreza mal resuelta, la esperanza revolucionaria. Como fondo de todo esto una gran pantalla asombró con los trazos en blanco y negro del Cineamano. Liliana García Sánchez vio agotarse su primera y reducida edición, lo cual exige la segunda y con tacos y pulque, todos gozamos una convivencia donde nos encontramos satisfechos, por un momento, quienes procuramos mantener la lucha organizada por un mudo mejor, todo en la víspera del 22 de marzo cuando Judith hubiera cumplido ochenta y cuatro años. Hoy su canción Los restos de Don Porfirio es enteramente actual porque aquí están los tiranos en el poder.

Judith Reyes: necesidada historica y social



Alberto Híjar.
Gracias a la convocatoria de la joven y bella investigadora Liliana García Sánchez, nos reunimos compañeros de Judith Reyes con jóvenes interesados en su obra, en la Unión de Vecinos y Damnificados 19 de Septiembre en actividad cultural organizada por Javier, el legendario Tonino fundador de CLETA y la activa compañera que está en todo desde el acomodo de sillas, hasta el agüita de jamaica y la repartición de los programas. Judith hubiera cumplido 83 años el 22 de marzo sino hubiera partido el 27 de diciembre de 1988.
Su hija Magaly Alarcón Reyes presentó un disco doble con el canto de Judith. Por mi parte, recordé la última vez que nos encontramos en la calle de Madero con la marcha de la Unión de Comuneros Emiliano Zapata dirigida por Efrén Capiz, para conmemorar el asesinato de Zapata. El 10 de abril de 1988 llegó la marcha luego de recorrer medio Michoacán desde Nueva Italia, acompañando toma de tierras dejando como señal un fragmento del Plan de Ayala. Judith animó con sus corridos y marchas todos y cada uno de estos actos.
Desencajada, me confesó que no aguantaba más el terrible dolor de muelas que le había impedido comer en el camino. Llegamos al Zócalo y se desmayó. Unos compañeros la subieron a un auto y la llevaron a su casa en el Campamento 2 de octubre de Iztacalco, donde ganó su vivienda por su participación en la ocupación territorial triunfante.
Un deber asumido como necesidad histórica y social movió la vida combativa de Judith. Pudo ser como La Tamaulipeca ataviada con lujosa cueruda, la prolongación del éxito de Jorge Negrete con La Parranda Larga de su autoría. Pero cambió el canto de la parranda por la necesidad de dar a entender las novedades revolucionarias a partir del Asalto al Cuartel Madera del 23 de septiembre de 1965. Chihuahua era el lugar donde un grupo de maestros, campesinos y un médico, decidieron oponer a la brutalidad del gobierno y los saqueadores de los bosques y las minas, el derecho supremo a la autodefensa armada.


Judith se incorporó a los movimientos populares en lucha por sus derechos y alternó el periodismo con el canto urgente, como llamaron los chilenos a las composiciones destinadas a la agitación inmediata que sin embargo, han sobrevivido al momento de su creación. Periódicos locales y la revista POR QUE? recibieron las noticias escritas por Judith para romper el silencio de la prensa y los medios mercantiles. También las radios locales fueron infiltrados por la simpática cantora ataviada con huipiles coloridos y con el pelo recogido con listones.


La práctica de Judith eligió dos formas musicales de gran arraigo tradicional: el corrido y la marcha. Sus letras directas y al grano incorporan el sarcasmo y la información histórica para informar de las luchas populares. Una colección de los discos de Judith exhibida en el acto en la UVYD, da cuenta de sus afanes no sólo nacionales sino internacionalistas. Una pareja de cantores rifó el disco dedicado a mano sobre Iztacalco con un subtítulo elocuente: la revolución pobrista en América.


En sentido contrario al desprecio de los intelectuales alejados del pueblo, Judith reivindicó siempre el accionar del Partido de los Pobres de Lucio Cabañas, por su poder de fuego incomparable con otros grupos mexicanos y por su arraigo en una extensa región de Guerrero y Michoacán. Enrique Ballesté, el teatrero popular que no vive del recuerdo de El Fantoche y su Poder de cuando la fundación de CELTA, sino sigue en pie de lucha, recordó un viaje por tierra con Judith que llevaba cancioneros y propaganda guerrillera a su paso de Guatemala a el Salvador.


Fueron detenidos y gracias a que Ballesté entregó el paquete subversivo a una novia conquistada en el autobús, lograron salir vivos de la peligrosa captura. Francisco Barrios, el legendario Mastuerzo, narró sus primeros cantos en el 68 que incorporaron a Los Nakos y sus parodias de éxitos del hit parade, las letras de Judith con música inventada por él. Reconoce a Judith como la madre de todos los cantores del pueblo en lucha y luego de una festiva discusión con Tonino, aseguró que el papá para unos es José de Molina y para otros como él, es León Chávez Teixeiro, el finísimo poeta deliberadamente hostil al panfleto.


Atinó Javier “El Piojo”, veterano de Tierra y Libertad, al cantar Los Restos de Don Porfirio, singularmente vigente porque, en efecto, aquí están, aquí viven. La marcha con su letra elemental que tiene como estribillo: “un gobierno de los ricos no, un gobierno de los pobres si”, recordó la aportación de Judith a las consignas de marchas, movilizaciones y tomas de tierras. Alejandro Tepito y su compañera también cantaron y donaron el disco dedicado por Judith para reunir fondos para la libertad de los presos de Atenco. Entre el público, el guitarrista non y poeta de altos vuelos Macondo, me dio su disco, me dijo en voz baja un poema sobre lo que fuimos y lo que somos, la insufrible nostalgia, lo que nos sigue moviendo, el triunfo en la marginalidad política. Por ahí también Catana, el rockero necesario desde hace décadas. La sesión fue larga, cantaron a Judith quienes la tienen presente como ejemplo, tal como testimoniaron los veteranos en activo.
Ojala pronto leamos el libro de Liliana para contribuir a eso que Judith llama La otra cara de la Patria en un texto fundamental para entender que la historia no la hacen los hombres egregios, no los caudillos de relumbrón, sino los pueblos organizados para la lucha por sus derechos plenos. 18 discos grabó Judith, entre ellos los que llevan el sello editorial de Le Chant du Monde, I Dischi del Sole y Days of Struggle.


Esta buena recepción de su música es parte de su capacidad de denuncia combativa y sus giras por América y en su exilio por Europa. Alguna vez me enseñó un cartel francés con su nombre y el de un joven sudafricano que apenas despuntaba con su nombre de Nelson Mandela. El libro aún inédito de Liliana acompaña al proyecto abierto de Francisco Barrios ya grabado de la Otra Canción Popular, la que no recibe discos de oro y platino, ni es tocada en los éxitos radiofónicos, pero cumple un trabajo de construcción de la soberanía popular que exige tenerla presente en estos tiempos donde todas las formas de lucha son necesarias contra la infamia capitalista.

viernes, 11 de diciembre de 2009

JORNADA: Mujeres en la Alborada


Los invitamos a asistir a la exposición Mujeres en la alborada una mirada a la participación de las mujeres en los procesos de liberaciónque se llevará a cabo en la Galería Autónoma CU del 30 de noviembre al 11 de diciembre.

En el marco de la exposición:

Viernes 4 de diciembre

5 pm. Presentación del libro de Yolanda Colom: Mujeres en la alborada.
Comentan: Maritere Espinosa y Galería Autónoma CU

6 pm. Música popular latinoamericana
Presentación del Coro Carlos Puebla y losTalleres de la alborada.

Esperamos su presencia.
Galería Autónoma CU. Auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras.
Pasillo a la Biblioteca Central, UNAM, Ciudad Universitaria